¿Os habéis fijado en que, en su juego, niños y niñas narran lo que va ocurriendo en el juego y que hablan por los distintos personajes? No solo potencian el uso del lenguaje, sino que los juegos simbólicos son fundamentales para el desarrollo y el aprendizaje infantil.
En ocasiones, tratamos de explicarles algo con palabras pero el niño o niña está secuestrado/a por su emoción: el enfado, el miedo, la angustia… Y por más palabras que utilicemos y por sencillas que estas sean, no entienden la explicación en ese momento.
El juego simbólico, en cambio, ayuda a niñas y niños a imaginar y recrear situaciones pasadas o a las que aún no se han enfrentado sin tirar del pensamiento abstracto que aún no dominan. Por eso, si dirigimos el juego puede servir para restar miedos como el temor a ir al médico o al hospital.
En el caso de niños y niñas que se ven sometidos a distintos tratamientos o revisiones periódicas –e incluso sus hermanos y hermanas, o cualquier otro familiar cercano–, estos juguetes ayudan a normalizar su situación y a que los y las peques puedan expresar su angustia o miedo a través del juego.
Para conseguir este objetivo, podéis apoyaros en juegos que representan la profesión médica o entornos sanitarios.
Jugar a hospitales
Con cualquier muñeco, niños y niñas reproducen escenas de cuidado cotidianas: les dan de comer, les leen un cuento, los ponen a dormir… Si añadimos entre sus complementos un termómetro o un fonendo como los de la muñeca Baby Alive Mimos y cuidados, podrán también tomarles la temperatura, auscultarles o ponerles una tirita.
En la Clínica Loca de Barriguitas podrán, también, hacer placas e incluso llevar a las pacientes en silla de ruedas, rutinas por las que fácilmente un niño o niña pasará alguna vez, o que verá en algún compi del cole o en casa.
Procedimientos similares encontramos en el Hospital infantil de Playmobil, a cuyos muñecos también pueden operar en quirófano y atender en la habitación del hospital. También hay muchos sets de City life relacionados con distintas áreas sanitarias.
Con los más mayores o con quienes sean más habilidosos, podemos también crear una enfermera si adaptamos la Fofucha Paula (la veterinaria) de Educa Borrás. También son un buen ejemplo de profesionales femeninas como referentes para las peques. 😉
¿Habéis utilizado este recurso en casa? ¿Cuál ha sido vuestra experiencia? ¿Os ha resultado útil?
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