¿En qué familia no se han cuestionado si deben comprarle una muñeca a su hijo varón? O si es malo tanto rosa… Es la sociedad quien condiciona el sexismo de un juguete, y las mayor parte de las familias considera que es la publicidad quien califica algo de niña o de niño, y no tanto que el producto en sí lo sea.
Hace unos años, la investigación de Aiju mostró cambios significativos al hablar de diversidad y estereotipos de género a la hora de jugar o comprar juguetes si se comparaba con épocas anteriores.
En aquel estudio, los resultados mostraron que el 35% de las familias con hijos varones había comprado en alguna ocasión una muñeca para sus hijos, y el porcentaje aumentaba hasta el 58% si se refería a niños que habían jugado con muñecas. Estos datos se concentran, sobre todo, en la franja de edad de niños menores de 4 años que no son hijos únicos.
En el caso de las niñas, el 33% de las familias con hijas de 1 a 9 años les ha comprado juguetes relacionados con superhéroes y otras figuras de acción, y ese porcentaje alcanza el 48% si nos referimos solo a niñas que juegan con estos juguetes.
Como vemos, ni todas las niñas son “rosa” (aunque el 55% de ellas mantenga el interés por el rosa, las princesas y la moda), ni todos los niños son azules, asociado este color a juegos de acción y lucha.
Las niñas también se interesan por el mundo de los héroes o la naturaleza, y por perfiles deportistas, tecnológicos, o como creadoras o inventoras. Los niños se abren cada vez más a temas de moda o naturaleza, creativos o manualidades.
Características de un juguete no sexista
Hay una serie de características que pueden ayudar a las familias a identificar aquellos juguetes que no son sexistas, además de los que aparecen en la Guía Aiju.
Por ejemplo:
- Aquellos que en su publicidad muestran tanto a niñas como a niños por igual.
- Juguetes o mensajes que muestran una realidad igualitaria, donde hombres y mujeres desempeñan diferentes roles y actividades sin importar el sexo.
- Representación de oficios o roles no estereotipados como, por ejemplo, un hombre diseñador de moda o una mujer futbolista.
- Los que muestran más variedad de colores tanto en los productos en sí como en sus envases y los catálogos de juguetes. El abuso del rosa es lo que más critican las familias, dado que suele generar rechazo en los varones.
Niños y niñas pueden jugar con cualquier juguete que les guste y muy probablemente les gustarán distintos juguetes de diferentes temáticas. Es importante respetar los gustos infantiles pero también que seamos capaces de ofrecer juguetes variados que estimulen la diversidad y la inclusión a través del juego.