Cuál es el mejor juguete
Todos sabemos que actualmente se fabrican en el mundo cientos de miles de juguetes; en el mercado podemos encontrar muchos muy buenos y otros no tan buenos.
¿De qué depende esta valoración? Los buenos juguetes son seguros, duraderos, atractivos, son también manejables y con unas instrucciones completas y comprensibles.
Han de estar correctamente concebidos desde el punto de vista pedagógico, no transmitir valores negativos (sexismo, racismo, violencia…), permitir al niño/a ser el protagonista del juego y, lo más importante, han de ser divertidos, entretenidos y atractivos para sus destinatarios.
Y este último aspecto es tan importante que si un juguete cumple todos los requisitos mencionados excepto éste, pierde el derecho a ser definido como tal porque la diversión y el disfrute son imprescindibles cuando se trata de jugar.
Pero, además de todo esto, hemos de saber que algunos juguetes pueden ser adecuados para unos niños/as, pero para otros, absolutamente inapropiados.
Hemos de tener en cuenta la edad, los gustos y las necesidades infantiles. Observar a nuestros hijos e hijas puede que sea la mejor guía para saber qué les interesa, les conviene, o les resultará más útil.
Observémosles y pensemos que nuestra elección será una pequeña contribución a su formación como persona.
Qué preguntas hacerse antes de comprar un juguete
La gran cantidad de juguetes que hay actualmente en el mercado, y las fuertes campañas publicitarias que nos acompañan en estas fechas, convierten la selección de juguetes en una difícil decisión para los padres. Son múltiples las preguntas que se pueden hacer ante un juguete. Las que a continuación se plantean pueden ayudar a realizar un buena elección.
¿Será divertido?
Debemos partir de las necesidades y preferencias del niño o de la niña, y no de los gustos adultos. Quienes juegan, deben ser partícipes de la elección del juguete. El juguete se regala, no se impone. Pero especialmente hay que tener en cuenta que el juguete debe resultar divertido y conectar con sus intereses. Para tener éxito, un juguete debe estar cercano al mundo inmediato del niño o de la niña y a su forma de imaginación. Para ello conviene fijarse en la actividad que propone un juego, pensar si esta actividad puede ser atractiva y divertida. Si no es así, puede ser pronto abandonado y sustituido por otro. Los niños juegan para divertirse y no para aprender
¿Continuará siendo divertido?
Algunos juguetes son estacionales o de actualidad. Otros son de siempre, juguetes de toda la vida. Un juguete que crece con el niño o la niña, es siempre una válida inversión. Un buen juguete debe poder estimular nuevos intereses y nuevas ideas. Además de ser de sencillos y fácil manejo, ya que la excesiva complejidad reduce la creatividad. Un aspecto fundamental del juguete es que pueda utilizarse para distintos tipos de juegos
¿Es seguro?
El primer aspecto en el que debe fijarse el consumidor, una vez considerado que el juguete puede interesar, es en la SEGURIDAD. La Normativa de Seguridad Europea, en vigor desde el 1 de enero de 1990, obliga a los fabricantes a que sus juguete cumplan una serie de pruebas antes de ser comercializados. Estas pruebas se denominan Normas UNE y van referidas a propiedades mecánicas y físicas, propiedades de inflamabilidad y propiedades químicas y eléctricas.
En principio, un juguete que pasa la normativa de seguridad vigente se marca con una CE en el envase. Pero como se han detectado que juguetes que incluían esta CE no garantizaban que el juguete fuera seguro, por lo que recomendamos a los consumidores que adquieran juguetes fabricados en la unión europea o de marcas suficientemente conocidas
¿Se ve resistente?
Además, los juguetes deben ser sólidos y resistentes. Los juguetes que se rompen con facilidad habitúan a usarlos de forma descuidada, se ve normal que los juguetes se rompan, creando así hábitos de descuido
¿La actividad que se propone es la adecuada?
Los juguete además deben ser estimulantes de la creatividad y de la imaginación o de cualquier aspecto de la personalidad, convirtiendo a niños o niñas siempre en protagonistas del juego y no en simples espectadores
¿Estará adaptado a su edad?
Los juguetes deben responder a cada edad, a las necesidades de crecimiento. No deben ser ni demasiado complicados, ni demasiado simples. El hecho de que el juguete no esté adecuado a la edad puede ser la causa de que se arrincone. Observando el juego de niños y niñas, y jugando con ellos será fácil darse cuenta de qué juguetes van necesitando, a medida que crecen. Aquí la edad que recomienda el fabricante puede orientarnos. Podemos plantearnos otras preguntas sencillas para orientarnos como por ejemplo: ¿El tamaño que presenta podrá ser manejado por ellos sin dificultad? ¿Sus funciones son adecuadas a su edad?
¿Cuántos juguetes le vamos a regalar?
Los juguetes han de ser suficientes pero no excesivos. No ayudaremos a nuestros hijos e hijas comprándoles todo lo que piden, sino comprando justo lo que necesitan. La excesiva cantidad de juguete, lejos de educar, provoca actitudes de capricho, aburrimiento, menosprecio de los juguetes, y a menudo provoca desorden y falta de interés por conservarlos
¿De qué juguetes dispone ya?
Otro aspecto que debemos tener en cuenta es la variedad. Debemos procurar no comprar siempre el mismo tipo de juegos. Los niños y las niñas necesitan crecer en más de un aspecto, necesitan madurar su psicomotricidad en las diferentes partes de su cuerpo, necesitan crecer intelectualmente, necesitan aprender a colaborar con los demás, etc. Hay un juguete para cada cosa, o mejor dicho, cada juguete estimula especialmente un aspecto de su crecimiento. Debemos proporcionar juguetes que estimulen a investigar, descubrir, experimentar, etc. y que además estimulen y desarrollen funciones diferentes
Si mi hijo me pide una muñeca ¿debo comprársela?
No debemos cortar su gustos sino permitir su expansión: si el niño quiere un cochecito de muñeca, no le neguemos el juguete por no ser para “el”. Deben entregarse desde un primer momento y sin prejuicios los juguetes que para ellos sean preferidos indiferentemente de que sean considerados de chicos o de chicas. El juguete no tiene sexo, es decir no hay juguetes de niños y juguetes de niñas, cualquier juguete puede interesar independientemente del sexo del jugador o jugadora. El juego es libre y espontáneo. Y así debemos comprenderlo los adultos
¿Es necesaria la ayuda adulta? si es así ¿dispongo de tiempo para jugar?
En el momento de jugar es también importante el papel que los padre o educadores representan. Esa participación ha de ir dirigida a facilitarles recursos, para que el juego se enriquezca. Además a nuestros hijos e hijas no sólo hay que proporcionarles juguetes adecuados también debemos dedicar tiempo a jugar con ellos y ellas.
¿Son necesarios compañeros/as de juego para que se pueda jugar?
¿Dispone de compañeros/as de juego?Un aspecto importante en el juego son los compañeros o compañeras de juegos, hay que procurar no sólo que tengan buenos juguete sino que además pueda disponer de tiempo y ocasión para jugar con compañeros/as ya que así se enriquece el juego y la personalidad de sus participantes
¿Disponemos del espacio necesario para usar el juguete?
A la hora de elegir juguetes tenemos que tener en cuenta variables como el espacio disponible. Evitaremos comprar juguetes de gran tamaño si no tenemos espacio suficiente para tenerlos montados ya que si lo compramos se corre el riesgo de que estén siempre guardados y que no se use
Una buena elección del juguete es una buena inversión. Procura hacerla y contribuirás al desarrollo total de tus hijos e hijas. Y recuerda el juguete solo es un instrumento, lo importante es el juego.
¿Qué preguntas hacerse a la hora de comprar un juguete?
Durante los primeros meses, los adultos son los mejores juguetes del niño y la niña y sobre todo la madre. Es un periodo donde necesitan mucho contacto físico y afectivo con las personas que lo rodean. Durante este periodo serán adecuados todos aquellos juguetes que estimulen sus sentidos y sus movimientos, es decir, sonajeros, tentetiesos, pelotas, muñecos blandos, juguetes para el baño, móviles, etc, es decir juguetes para coger y soltar, morder, agitar, empujar, etc. A partir del primer año debemos proporcionarle juguetes que les estimulen a caminar, como andadores, correpasillos, arrastres, pelotas, etc, juguetes que estimulen su destreza manual como juegos para apilar, para llenar, y vaciar, juegos para la arena, etc.
Los juegos de imitación aparecen aproximadamente a la edad de dos años. Son aquellos en el que se imita a los adultos, se hace de papá, de mamá, de médico, juega con coches, a tiendas, etc. En estos juegos los niños y las niñas, imitando a los adultos, interiorizan los valores de su familia y los de la sociedad a la que pertenecen, expresan sus sentimientos y exteriorizan conflictos. Es aproximadamente hacia los 4 años cuando este tipo de juego cobra mayor atractivo, sobre todo porque ya son capaces de jugar con otros niños y niñas, y organizar sus juegos. También les gusta a estas edades los juegos de movimiento con balones, bicicletas, columpios, etc.
Para los juegos de construcción no se puede definir una edad especifica ya que se dará durante todo el desarrollo infantil. Existen puzzles, construcciones etc para todas las edades estos juegos estimulan en el niño la creatividad, la organización espacial, la habilidad manual, etc.
Los juego en los que existen una serie de reglas o normas que los jugadores deben conocer y respetar, son considerados habitualmente como juegos de mesa y resultan atractivos a partir de los 4 o 5 años: primero son aconsejables los juegos de habilidad sencillos, juegos donde se ejercita una habilidad manual (como puede ser el atrapar bolitas) pero aceptando reglas sencillas. En edades superiores a partir de los 6 años ya son capaces de aceptar reglas más complejas de juego y por tanto todo tipo de juegos de mesa. Así, dependiendo del desarrollo individual de cada persona, se pueden ir encontrando en el mercado juegos más complicados hasta llegar a los de estrategia compleja como el ajedrez.
Un buen juguete debe
El juego ocupa un papel muy importante en la vida del niñ@, es su principal actividad, a la que dedican más tiempo y, sobre todo, más ganas, energía e ilusión.
El juguete es el instrumento a través del cual se realiza el proceso del juego, por lo que éste debe estimular la imaginación para desencadenar los mecanismos del juego y enriquecer su escenario, favoreciendo la interacción, asegurando la comunicación y perfeccionando la actividad desarrollada.
Por ello, es necesario elegir el juguete adecuado desde el primer momento de vida del pequeño, basándonos en los siguientes aspectos:
Los gustos y preferencias del niñ@. El juguete debe ser un regalo, no una imposición.
Las características específicas que se deseen potenciar en la personalidad de cada niñ@ y aquellas tendencias que se quieren complementar.
Su adecuación a la edad del niñ@ para facilitar un correcto uso. Hay que tener en cuenta la capacidad del niñ@, es decir, su madurez intelectual, fuerza física o su habilidad manual.
El juguete debe ser seguro. La marca CE, que debe figurar en todos los envases de juguetes, otorga conformidad con los requisitos de la normativa de seguridad vigente. De todas formas, no hay que olvidar la importancia de la supervisión adulta durante el juego para evitar posibles riesgos.
Las características del entorno en el que se desarrolla el niñ@: espacio, tiempo disponible, compañeros de juego.
Y, sobre todo, tener en cuenta que el mejor juguete no es el más caro sino el que mejor se adapta a las características personales de cada niñ@, para ello es imprescindible que los padres dediquen el mayor tiempo posible a observar y jugar con sus hij@s.
Cuidado con la calidad de los juguetes
Todos tenemos la experiencia de haber comprado juguetes que han quedado inservibles al poco tiempo de uso, juguetes que no interesan a sus destinatarios o que no se pueden manejar bien, juguetes con los que hemos percibido algún riesgo para la salud o la seguridad de los niños/niñas…
En el mercado podemos encontrar miles de juguetes entre los que elegir. La diversidad de precios, de propuestas de juego y de establecimientos es cada vez mayor y ello nos puede confundir y desconcertar a la hora de decidir. En los comercios hay muchos juguetes muy buenos, pero también hay de baja calidad.
Hemos de tener cuidado porque es fácil equivocarse. Comprar juguetes de baja calidad puede implicar, además de un aprovechamiento lúdico-pedagógico insuficiente, riesgos para la salud infantil.
Para intentar no equivocarse es importante dejarse orientar por guías como ésta, por marcas de calidad, y por el consejo de educadores y de establecimientos especializados en la venta de juguetes.
Comprar juguetes de calidad no es fácil
Algunos consejos: Calidad no significa PRECIOS caros, pero hay que desconfiar de importes escandalosamente baratos. Puedes estar frente a un producto que implique riesgos, roturas o problemas de uso a su destinatario.
También puedes estar ante una falsificación. Es muy importante leer el etiquetado de los juguetes. En la etiqueta debe aparecer el nombre del fabricante o importador, la marca comercial, la marca CE u otras indicaciones relacionadas con el modo de utilización o las características del producto. Ten especial cuidado con las indicaciones relacionadas con la seguridad del juguete, si éste va a dirigirse a un niñ@ menor de 3 años. Para estas primeras edades, has de comprobar que en su envase no aparece la indicación “No conveniente para menores de 3 años… Cuidado con los establecimientos.
Asesórate y compra en comercios responsables, en ellos te darán amplia información de los productos y podrás reclamar si encuentras algún problema. La fabricación de un juguete es una labor que entraña una gran responsabilidad, si se tiene en cuenta que su consumo va dirigido al público infantil. En este sentido, la industria juguetera española lleva muchos años haciendo un verdadero esfuerzo por fabricar productos competitivos y de calidad, entendiendo ésta como una filosofía que ha de estar presente en todas las etapas del proceso productivo, desde la concepción del juguete hasta que llega a las manos del pequeño consumidor.
Los expertos de AIJU asesoramos a las empresas para contribuir a mejorar la calidad de los juguetes y trabajamos para que a los consumidores les resulte un poco más fácil distinguir los buenos de los malos juguetes, por ejemplo a través de esta guía o de la marca “Calidad Comprobada AIJU”.
Un buen juguete debe
Ser seguro.
Ser duradero y resistente.
Ser manejable para sus destinatarios y cómodo de usar.
Ser atractivo, tanto en su aspecto como en su propuesta lúdica.
Tener una concepción lúdico-pedagógica adecuada.
Estar adecuado a la edad de sus destinatarios.
Tener un envase e instrucciones adecuados.
Ser divertido.
Un juguete que cumple todo lo anterior pero no es divertido no merece ser llamado juguete. La diversión y el disfrute son inherentes al juego. Un último consejo: Si encuentras problemas con algún juguete, reclama y exige tus derechos como consumidor. Ello contribuirá a mejorar poco a poco la calidad de los juguetes.
Nos pide con insistencia un juguete que no consideramos adecuado
Una negativa drástica puede contribuir a la idealización de un juguete en concreto y a aumentar el deseo por conseguirlo.
Es, pues, importante demostrarle las desventajas de ese juguete. ¿Cómo? Ver el juguete en directo y, si es posible, jugar con él antes de decidir la compra, bien visitando establecimientos de juguetes, a algún amigo que ya lo tenga, acudiendo a alguna ludoteca cercana, etc.
Además, a la vez deberemos mostrar otras alternativas de juguetes que resulten atractivas y más adecuados para nuestro hij@ y dialogar con él sobre lo mejor y lo peor de cada una.
Pero no olvidemos que en una etapa de la vida de los niños/niñas el juego está condicionado por el entorno que les rodea: ficticio (televisión, cuentos, etc.) o real (familia, amigos, colegio), y su necesidad por imitarlo o reproducirlo influye en sus peticiones.
En la mayoría de ocasiones, la petición y preferencias del niñ@ vendrán condicionadas por sus vivencias.
Recibir demasiados juguetes puede generar actitudes caprichosas, de menosprecio, de egoísmo, de descuido, de desinterés, de poca valoración de sus cosas. Los juguetes son los primeros objetos que consideran suyos, por ello es importante enseñarles a valorarlos y a cuidarlos.
Debemos proporcionar juguetes suficientes, pero no demasiados, variados, diferentes, adecuados… Éste debe ser nuestro objetivo. Hay que tener presente que no debemos acumular los regalos en una fecha, sino que debemos repartir los regalos a lo largo de todo el año, porque los niños/niñas necesitan jugar siempre, no sólo en Navidad. Con frecuencia, los niños/niñas tienen más juguetes de los que necesitan y, en algunos casos, más de los que son capaces de disfrutar.
Sí, a pesar de todo, reciben demasiados juguetes, una posible solución es guardarlos e ir facilitándoselos poco a poco: esto les permitirá disfrutar y sacar mayor partido a los juguetes.
Además, podemos seleccionar juguetes con los que ya no juegan y cederlos a algún niñ@ que los necesite o a alguna ONG que trabaje con la infancia. Dosifiquemos los juguetes a lo largo del año y estaremos educando en valores positivos.
Juguetes y publicidad
Desde 1993 la publicidad de juguetes esta regulada por el Código Deontológico de Publicidad Infantil suscrito por la AEFJ (Asociación Española de Fabricantes de Juguetes) y diferentes asociaciones de consumidores.
Sus principios básicos son : Los niños/niñas tienen una capacidad limitada para evaluar la credibilidad de la información que reciben y por tanto, hay que tener en cuenta el nivel de conocimiento de la audiencia infantil. No hacer que la violencia sea atractiva o presentarla como un método aceptable para conseguir metas sociales o personales.
Transmitir la información de forma sincera y precisa, conscientes de que el niñ@ puede aprender cosas de la publicidad que afecten a su salud y bienestar. No inducir a error o a estimular expectativas poco razonables sobre la calidad del producto o sobres sus prestaciones.
Hacer referencia a conductas positivas, beneficiosas y pro-sociales, tales como la amistad, la amabilidad, la honestidad, la justicia, la generosidad, la protección del medio ambiente y el respeto tanto a los demás como a los animales Desarrollar la relación padres-hijos de una manera constructiva.
Para velar por el cumplimiento de este Código existe una comisión de seguimiento que, si detecta irregularidades, insta a la empresa a retirar el anuncio www.autocontrol.es
Comprar juguetes de calidad no es tarea facil
Algunos consejos:
Calidad no significa precios caros, pero hay que desconfiar de importes escandalosamente baratos. Puedes estar frente a un producto que implique riesgos, roturas o problemas de uso a su destinatario. También puedes estar ante una falsificación.
Es muy importante leer el etiquetado de los juguetes. En la etiqueta debe aparecer el nombre del fabricante o importador, la marca comercial, la marca CE u otras indicaciones relacionadas con el modo de utilización o las características del producto.
Ten especial cuidado con las indicaciones relacionadas con la seguridad del juguete, si éste va a dirigirse a un niñ@ menor de 3 años. Para estas primeras edades, has de comprobar que en su envase no aparece la indicación «No conveniente para menores de 3 años.»
Cuidado con los establecimientos. Asesórate y compra en comercios responsables, en ellos te darán amplia información de los productos y podrás reclamar si encuentras algún problema. Para intentar no equivocarse es importante dejarse orientar por guías como ésta, por marcas de calidad, y por el consejo de educadores y de establecimientos especializados en la venta de juguetes.
Los 20 errores más frecuentes en la compra de juguetes… ¡No los cometas!
Una docena de pistas para reconocer un mal juguete
La Comisión Europea, a propuesta de la Federación Europea de la Industria del Juguete (TIE), ha publicado un documento consensuado con la Organización Europea de Consumidores (BEUC), Toy Traders (Asociación Europea de la Distribución de Juguetes), ANEC (Asociación para la defensa del consumidor en Normativa), ERRT (Asociación de la Gran Distribución) y Eurocommerce, con 12 consejos a la hora de adquirir un juguete.
Los juguetes contribuyen de forma esencial al desarrollo del niño. La seguridad del juguete es una propiedad clave, y para garantizar la mejor experiencia de juego a nuestros hijos, los consumidores debemos tener en cuenta la siguiente lista de consejos a la hora de elegir un juguete:
Asegúrese de leer todo el etiquetado del juguete.
Tenga en cuenta las recomendaciones de seguridad y de edad – tómelas en serio. No compre juguetes que no tengan el marcado CE en el juguete o en su embalaje. La intención del mercado CE no es la de guiar al consumidor. Es una declaración del fabricante de que el producto cumple con todos los requisitos de seguridad pertinentes y aplicables de la UE, requisitos que se encuentran entre los más estrictos del mundo.
Elija el juguete adecuado para la edad, habilidades y capacidades del niño.
Los juguetes no destinados a un determinado grupo de edad pueden poner en riesgo la seguridad de los niños. Asegúrese de leer y seguir la recomendación de la edad – especialmente el pictograma de 0 a 3 y la frase “no conviene para niños menores de 36 meses”, junto al peligro que motiva esta advertencia. Este símbolo junto con la frase es una advertencia y no una recomendación.
No dejen a niños menores de 36 meses con juguetes con partes pequeñas.
Estos niños tienen tendencia a ponerse los juguetes en la boca y las piezas pequeñas presentan riesgo de asfixia. Asegúrese de que los ojos, nariz u otras piezas pequeñas de los peluches están fuertemente fijados.
Siga cuidadosamente las instrucciones de montaje y de uso del juguete.
Guarde tanto las instrucciones como cualquier información útil que se incluya en el juguete en un lugar seguro.
Adquiera siempre juguetes en comercios o tiendas on-line de confianza.
Los comercios responsables cuidan los productos que venden y generalmente aceptarán devoluciones. Los comercios poco fiables tienden a ignorar los requisitos de seguridad y puede que también ofrezcan juguetes falsificados. Debe también prestar especial atención a los juguetes adquiridos en tiendas on-line, a los juguetes que se dan como regalo y a los juguetes de segunda mano.
Supervise el juego del niño.
Asegúrese de todos los juguetes se utilizan de la forma indicada y son adecuados a la edad y habilidades del niño. Determinados juguetes – como patinetes, bicicletas o patines – deben utilizarse con equipo de protección.
Examine periódicamente los juguetes comprobando el desgaste o partes rotas que podrían causar lesiones u otros riesgos para la salud y la seguridad del niño. Descarte inmediatamente los juguetes rotos.
Asegúrese de que los juguetes destinados a los niños mayores se mantienen fuera del alcance de niños menores de 36 meses, ya que pueden contener o generar piezas pequeñas.
Descarte y elimine (o si es posible, recicle) todos los envases, incluyendo las bolsas de plástico, cartón y papel (pero conserve siempre las instrucciones). Asegúrese de que los niños no juegan con las bolsas de plástico ya que podría generar riesgo de asfixia. Recicle también las pilas y baterías de forma correcta.
Enseñe a sus hijos a guardar los juguetes para evitar accidentes.
No deje juguetes en las escaleras o en el suelo en zonas de tránsito de la casa.
Si descubre un problema de seguridad en el juguete, comuníquelo siempre al fabricante y a las autoridades públicas.
No dude en consultar la Web del sistema comunitario de alertas (RAPEX) http://ec.europa.eu/rapex. Este sitio proporciona información detallada de productos peligrosos que han sido retirados de la venta incluyendo juguetes.
Recuerde que estos consejos se aplican todo el año y no sólo en Navidad.
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