Juego y desarrollo infantil
Todos los juguetes ayudan a aprender.
Tipos de jugetes | Desarrollo que fomentan |
Razonamiento | Juegos de asociar, de diferenciar formas y colores, de establecer relaciones lógicas, de memorizar, de reflexionar, de construir, etc. En definitiva, todos aquellos que requieran pensar de forma más o menos elaborada. |
Creatividad e imaginación | Juegos de imitación, de expresión, de construcción, disfraces y todos aquellos que permitan al niñ@ inventar, imaginar o crear situaciones u objetos propios. |
Motricidad gruesa | Andadores, triciclos, bicicletas, patines, juegos de puntería o cualquier juguete que invite a moverse y a desarrollar la precisión y coordinación de los movimientos. |
Motricidad fina | Juegos de construcción, juegos de habilidad, muñecas (vestirlas y desvestirlas), miniaturas y cualquier juguete que proponga manipular pequeñas piezas y ayude a aprender a mover los dedos de manera cada vez más precisa. |
Sociabilidad | Juegos de imitación como cocinitas, vehículos, carpinteros, tiendas, médicos…, juegos de mesa, juegos deportivos de equipo y todos aquellos que fomenten la participación de varias personas. |
Afectividad | Muñecas, peluches y todo tipo de personajes u objetos que despierten en los niños/niñas sentimientos de afecto o apego. |
Lenguaje | Juegos de expresión, de vocabulario, de imitación, de preguntas y respuestas y aquellos con los que el niñ@ pueda participar en el juego a través del lenguaje. |
Juguetes para estimular los movimientos: El gateo
El gateo es una etapa importante por la que conviene pasar. Debemos proporcionarle pelotas, rulos, vehículos y animales que se desplacen de forma mecánica o cualquier juguete que llame la atención del niñ@ y le estimule a desplazarse.
Es fundamental para el desarrollo de tu hij@ que aprenda a gatear; si estimulas este juego estarás contribuyendo al desarrollo de la coordinación de movimientos, la coordinación ocular, la convergencia visual, la fuerza muscular; además, empezará a experimentar con las nociones espaciales.
Lo principal es proporcionar un espacio seguro para reptar y gatear; un lugar donde no pueda alcanzar objetos pequeños que se pueda meter en la boca; y con una superficie agradable al tacto y que no pueda producir rozaduras o molestias. Para estimular al gateo es fundamental que, a partir de los 5 ó 6 meses, coloquemos al bebé boca abajo, siempre bajo vigilancia adulta. Al principio explorará sus posibilidades rotando sobre sí mismo y luego descubrirá cómo arrastrarse.
Le podemos ayudar a reptar si le colocamos las palmas de nuestras manos como apoyo para que se empuje con sus pies.
Cuéntame un cuento
Enseñando a usar la imaginación, estamos enseñándole a pensar.Los cuentos y los juguetes son herramientas imprescindibles para el desarrollo del niñ@.
¿Quién no ha soñado con ser un personaje de cuento? Un pirata, una reina, un hada, un duende… Todo este mundo fantástico y de ensueño está en los cuentos y, gracias a ellos, los niños/niñas desarrollan la imaginación, amplían su vocabulario, y ejercitan la creatividad y la atención.
Los cuentos son una herramienta lúdica y divertida: transmiten mensajes y valores, y ayudan a explicar situaciones reales de la vida en un marco fantástico más fácil de entender.
Cuando los niños/niñas son muy pequeños, prefieren historias sencillas, de situaciones cotidianas como jugar, levantarse, lavarse, etc. y les encanta escuchar los cuentos a la vez que ven las imágenes.
A partir de los tres años, los niños/niñas empiezan a hacer mil preguntas, se interesan por seguir la historia y ya podemos contarle cuentos más largos e ir añadiendo a los héroes, piratas, princesas o sirenas.
Todos los momentos compartidos con el niñ@ dedicados a leer un cuento o a inventar historias son importantes para favorecer los vínculos afectivos con él y, además, contribuyen a fomentar su interés por la lectura.
Cuando immita a los adultos, ¿Qué está aprendiendo?
Estimulando estos juegos estamos favoreciendo la comprensión y la asimilación de los aprendizajes futuros.
A partir de los 2 años, aproximadamente, observamos que nuestro hij@ imita acciones de su mundo cercano: juega a cocinar, a dormir a su muñeca, a conducir, a ser médico, tendero, etc.
Esta actividad, además de ser una nueva forma de jugar, se va a convertir en una fuente inagotable de aprendizaje.
Los juegos simbólicos o de imitación ponen en práctica conocimientos sobre las personas, los objetos, los animales, etc., lo que está bien y lo que está mal, y además desarrollen su imaginación.
Este tipo de juegos tiene un alto potencial educativo, ya que, a través de estas actividades, se adquieren nociones sobre el entorno, las habilidades sociales y el lenguaje.
La importancia de estos juegos radica en la capacidad de simbolizar permitiendo al niñ@ la creación de representaciones mentales cada vez más elaboradas.
Juguetes para estimular la escritura
Aprender a leer y a escribir exige la adquisición de habilidades y conocimientos previos.
Para estimular la escritura es interesante proporcionar materiales y juguetes que favorezcan la coordinación y la destreza manual, así como el dibujo y las nociones espaciales (p. ej. el niñ@ tiene que interiorizar conceptos como derecha e izquierda para distinguir la letra b de la letra d, que únicamente se diferencian por la dirección de su grafismo).
Y, sobre todo, son muy importantes los cuentos y libros, a los que debes dedicar unos momentos al día para compartir con tu hij@.
A continuación enumeramos, a modo de ejemplo, algunos materiales y juguetes adecuados para estimular la escritura:
Juguetes que estimulan la coordinación y destreza manual: juegos de modelar con barro o pasta de modelar, juegos de coser, ensartar, recortar, rasgar, etc.
Juguetes que estimulan el desarrollo del trazo: pizarras magnéticas, de tiza, mágicas, etc., pinturas de todo tipo (de dedos, con pincel, rotuladores…), pupitres, plantillas de dibujos.
Juguetes que estimulan las nociones espaciales, es decir, conceptos como arriba, abajo, derecha, izquierda, diferenciación de formas y colores, etc.: puzles, mosaicos, encajes, construcciones.
Juguetes que permiten familiarizarse con las letras y las palabras: plantillas de letras para coser y dibujar, juegos de imprenta, letras magnéticas, juegos que permiten ejercitar el trazo, conocer la direccionalidad de las letras (por dónde se empieza a dibujar una letra y por dónde se acaba), etc.
El cuento, otra forma de jugar
¡Qué emocionante puede llegar a ser el cuento de los Tres Cerditos!
Puede serlo si utilizamos este maravilloso recurso de los cuentos para disfrutarlo con nuestros hij@s. Debemos enseñar a los niños/niñas a leer con entusiasmo e ilusión; a que desde muy pequeños puedan disfrutar de un buen libro e imaginar todo un mundo mágico a través de ellos. Los niños/niñas tienen la capacidad de identificarse con los personajes, de ver en sus cabecitas el lugar donde sucede el relato e incluso oír los ruidos de los animales que por allí corretean.
Pasar ratos con tus hij@s leyendo e interpretando las historias además puede ayudarte a enseñarle valores como la solidaridad, la amistad, la integración,…y sobre todo puedes promover el respeto por las diferencias entre las personas ya que, todos somos diferentes (altos, bajitos, con el pelo rubio, pelirrojo, con gafas, con silla de ruedas,…).
Esta labor es más fácil de abordar cuando existen cuentos para explicar y acercar a los niños/niñas el respeto hacia la diversidad. Con los cuentos no hay barreras para la imaginación.
Consulta esta web, te ayudaran sus «cuentos para soñar un mundo mejor»: www.fasad.org
Con una bici puedo aprender Educación Vial.
¡Qué emocionante puede llegar a ser el cuento de los Tres Cerditos!
Puede serlo si utilizamos este maravilloso recurso de los cuentos para disfrutarlo con nuestros hij@s. Debemos enseñar a los niños/niñas a leer con entusiasmo e ilusión; a que desde muy pequeños puedan disfrutar de un buen libro e imaginar todo un mundo mágico a través de ellos. Los niños/niñas tienen la capacidad de identificarse con los personajes, de ver en sus cabecitas el lugar donde sucede el relato e incluso oír los ruidos de los animales que por allí corretean.
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Consulta esta web, te ayudaran sus «cuentos para soñar un mundo mejor»: www.fasad.org
El bebé de 0 a 1 año. Cómo estimularle a través del juego.
Durante el primer año de vida, la percepción sensorial, la manipulación, la coordinación de movimientos y los primeros contactos con las personas de su entorno, son los principales ámbitos de aprendizaje, estimulación y juego. Los juguetes de primera infancia son muy variados y pueden ser un excelente aliado para dar a conocer al bebé, de forma placentera y segura, el mundo que le rodea.
Le ayudaremos proporcionándole juguetes, situaciones u otros estímulos que le permitan:
0 a 6 meses
Reconocer y explorar su entorno.
Las experiencias de manipulación y sensoriales son fundamentales para que el bebé vaya reconociendo y asimilando su entorno durante estos primeros meses.
Contribuir a relajarse, estar tranquilos y confortables.
Los juguetes acolchados, suaves, con voces, sonidos o melodías agradables pueden ayudar a proporcionar estas sensaciones.
Experimentar nuevas sensaciones y texturas.
Para ello, debemos proporcionarle sensaciones táctiles agradables y diversas.
Estimular su sentido auditivo.
Los sonidos de voces agradables cobran una especial relevancia en esta etapa, además de canciones y melodías suaves.
Estimular su sentido olfativo.
Exponiéndole a suaves fragancias, olores de personas, alimentos, etc.
Desarrollar la exploración bucal.
Succionar y chupar le ayudará a tomar conciencia de su entorno. Hay que permitirle llevar objetos a su boca, asegurando siempre su seguridad. Los juguetes para bebés están preparados para que se puedan morder o chupar, ya que deben cumplir unas estrictas normas de seguridad.
Estimular su sentido visual.
Proporcionándole juguetes de colores fuertes y muy contrastados. La combinación blanco-negro es la mejor percibida en estos primeros meses.
Favorecer la acomodación ocular.
Mirando objetos que se alejan y se acercan de sus ojos entrenará esta habilidad. Los móviles de cuna y otros muchos juguetes pueden ayudar a ello.
6 a 12 meses
Empezar a tomar conciencia de su propio cuerpo.
Para ello son muy adecuados juegos sensoriales, juguetes con espejos o juegos con fotos de bebés, de familiares o de él mismo.
Experimentar con los sonidos y la música.
Es importante ponerle música, cantarle y bailar con él. Los juguetes con melodías o para localizar sonidos pueden ser de gran ayuda.
Ejercitar la vista.
Juguetes en movimiento o tridimensionales favorecen la percepción de la profundidad y la visión en tres dimensiones. Son adecuados los juegos con colores vivos, formas e 15 ilustraciones sencillas, espejos, etc.
Estimular las primeras vocalizaciones.
Es fundamental hablarle mucho, repetirle palabras, nombrarle objetos, celebrar sus intentos, etc. Muchos juguetes con voz o imágenes sencillas pueden estimularle.
Facilitar el gateo.
Gatear es muy positivo para la maduración neurológica y física del bebé. A partir de los 8 meses hay que favorecer el gateo dejando a los niños/as mucho tiempo en el suelo y reforzando sus pequeños avances. Algunos juguetes con movimiento motivan el desplazamiento y pueden ser de gran ayuda para incentivar los primeros desplazamientos autónomos.
Favorecer la manipulación.
Hemos de proporcionarle objetos y juguetes adecuados para ejercitar y favorecer su manipulación: agarrar, lanzar, girar, golpear, apretar… Todo ello le permitirá asimilar la tercera dimensión y mejorar su coordinación ojo-mano.
Mejorar su control motor y su equilibrio.
Son adecuados juegos que le inviten a desplazarse, lanzar, balancearse, empujar, arrastrarse, trepar…
Experimentar con la caída de los objetos.
Tirar objetos al suelo, una y otra vez, le permite descubrir el espacio y asimilar la relación causa-efecto. Hemos de ser pacientes con ello y dejarle lanzar y tirar objetos, y juguetes ligeros y resistentes.
Buscar objetos o personas.
En esta etapa debe aprender que aunque los objetos o personas se escondan no desaparecen. Son recomendables todos los juguetes en los que se abren y cierran compartimentos o los juegos donde los adultos mostremos cómo las cosas escondidas siguen ahí.
Calmar la salida de los dientes.
Para ello existen anillos de dentición, mordedores u otros juguetes que ayudan a aliviar estas molestias al tiempo que favorecen la exploración bucal.
Adquirir conceptos básicos.
Podemos proporcionarle juegos que nos permitan explicarle conceptos sencillos como dentro-fuera, grande-pequeño, cerca-lejos…
Aprender la relación causa-efecto.
Muchos juguetes con sonidos, funciones sencillas o partes móviles pueden ayudar a afianzarla. Los adultos hemos de jugar con los bebés y explicarles los motivos de los fenómenos que observan.
Adquirir hábitos de sueño adecuados.
Debe dormirse solo y en su cama o cuna. Los peluches y muñecos de compañía pueden ayudar en este proceso.
De 0 a 1 año: Descubriendo el mundo a través de los sentidos.
Durante el primer año de vida, la percepción sensorial, la manipulación, la coordinación de movimientos y los primeros contactos con las personas de su entorno, son los principales ámbitos de aprendizaje, estimulación y juego. Los juguetes de primera infancia son muy variados y pueden ser un excelente aliado para dar a conocer al bebé, de forma placentera y segura, el mundo que le rodea.
El crecimiento evolutivo que se observa en el primer año de vida es mucho mayor que el producido en cualquier otra etapa de la vida, excluyendo el periodo de gestación. La estimulación sensorial es fundamental durante este primer año pues los sentidos permiten al bebé percibir su entorno, tanto físico como social, y le ayudan a aprender a relacionarse con él.
Al acercarle o dejarle manipular objetos, ten cuidado, porque su entorno esconde muchos peligros. Déjalo tocar y explorar, pero siempre bajo una atenta supervisión para evitar accidentes. Los juguetes de primera infancia son un buen aliado para explorar y manipular porque deben cumplir unas estrictas normas de seguridad.
Es importante variar cada poco tiempo los objetos o juguetes que dejamos a su alcance. Si ven o tocan siempre las mismas cosas, se cansan y se aburren de ellas. Cambiando cada varios días sus juguetes mantendremos su curiosidad por ellos y variaremos el tipo de estímulos que reciben.
CÓMO ESTIMULAR LOS SENTIDOS DE TU BEBÉ
OÍDO
• Ponle música y cántale canciones
• Háblale mucho, con voz suave
• Refuérzalo cuando balbucee, y repite sus vocalizaciones
• Haz sonidos con objetos escondidos para despertar su curiosidad e intentar que los localice
• Hazle escuchar los sonidos cotidianos y háblale de ellos: el agua al salir por el grifo, el sonido del timbre, el ruido de la puerta al abrir con la llave…
• Dale objetos con los que pueda experimentar con los sonidos al hacerlos chocar: esponjas, piezas de madera, de plástico blando o duro…
TACTO
• Ofrécele diversos tipos de objetos para manipular
• Déjale tocar objetos que le proporcionen diversas sensaciones: suaves, peludos, ásperos, rugosos, redondeados, cálidos, fríos, cremosos… Haz que perciba texturas no sólo con sus manos, sino también con sus pies u otras partes de su cuerpo.
• Hazle masajes y acarícialo. Así, además de relajarlo, le harás sentir las distintas partes de su cuerpo
• Proporciónale objetos limpios y seguros para explorar con la boca. El instinto de succión en esta etapa es muy fuerte y junto con el sentido de la vista, les ayuda de forma muy importante a tomar contacto con su entorno
• Dale objetos que pueda agarrar y tirar al suelo. En esta etapa dejan caer las cosas al suelo una y otra vez y ello les ayuda a descubrir el espacio.
• Proporciónale objetos con orificios por donde pueda meter los deditos y experimentar con la sensación de profundidad.
VISTA
• Proporciónale imágenes e ilustraciones diversas, al principio de colores muy contrastados
• Enséñale fotos de otros bebés o de familiares o conocidos.
• Ponle mucho frente al espejo
• Utiliza una linterna u otros objetos con luces suaves para despertar su curiosidad visual
• Hazle muecas exageradas; por ejemplo, abre y cierra mucho la boca, saca mucho la lengua, sonríe o ponle caras “feas”
• Nómbrale algunos objetos a la vez que se los muestras
• Esconde objetos que estén a su vista y luego hazle ver que siguen ahí, así aprenderá la noción de la “permanencia de objeto”
• Acércale y aléjale objetos interesantes para él, así favorecerás la “acomodación ocular”
• Enséñale objetos de diferentes tamaños y colores y explícale las diferencias
OLFATO
• Acércale objetos con diversos olores, siempre suaves y agradables
• A los bebés suelen gustarles los olores de las flores, de la canela, de la vainilla, de algunos alimentos o de colonias infantiles
• Ponle en posición adecuada para que pueda percibir tu olor. El olor de la madre u otras personas de referencia les agrada y les tranquiliza
• Evita usar perfumes fuertes que puedan molestarle
GUSTO
• Ofrécele alimentos de diversos sabores para ir probando, siempre suaves y de productos adecuados para bebés
Un sexto sentido. Todos tenemos sentidos por los que percibimos el mundo exterior (vista, oído, gusto, tacto y olfato), pero también tenemos un sentido interno, llamado propiocepción que informa a nuestro cerebro de la posición de nuestros músculos. Es el sentido que indica si el cuerpo se está moviendo, así como también de la posición relativa de diversas partes del cuerpo con respecto a otras. Sin la propiocepción seríamos incapaces de movernos en la oscuridad o de percibir la posición de nuestras extremidades. Este sentido también podemos estimularlo en los bebés, facilitando diferentes posturas y movimientos que les ayuden a conocer su capacidad muscular.
PROPIOCEPCIÓN
• Baila con él, juega a lanzarlo o acúnalo exageradamente para que perciba diferentes movimientos en el espacio
• A partir de los 8 meses, déjalo mucho tiempo en el suelo para que intente desplazarse por sí mismo gateando
• Coloca cerca de él objetos en movimiento para que intente alcanzarlos
• Invítale a dar y recibir objetos, así aprenderá qué movimientos ha de realizar para agarrar o soltar objetos
• Juega con él a que agarre tu dedo con su manita. Así estimularás su reflejo de prensión
• Sóplale y enséñale a soplar. Percibir tu soplo le sorprenderá y ejercitar el suyo (ya cerca de los 12 meses) le ayudará a controlar algunos movimientos de la boca que posteriormente facilitarán su vocalización
• Proporciónale puntos de apoyo para que pueda intentar ponerse en pie
0-1 año: JUGUETES QUE FACILITAN LA ESTIMULACIÓN SENSORIAL
• Mantitas con dibujos llamativos, texturas y sonidos
• Móviles de cuna
• Mordedores y sonajeros
• Centros de actividades de manipulación
• Peluches y muñecos blanditos de tacto suave
• Cuentos con figuras sencillas y colores fuertes
• Gimnasios que les inviten a mover las distintas partes de su cuerpo
• Juguetes con olores suaves, espejos, luces o sonidos
• Juguetes que incorporen partes muy diferenciadas al tacto: seda, celofán, fieltro…
• Juguetes con objetos colgantes que pueda agarrar o ver balancearse
• Balancines, andadores o columpios para bebés
LOS SENTIDOS DEL GUSTO Y EL OLFATO, LOS GRANDES OLVIDADOS EN EL JUGUETE
Todavía hay en el mercado muy pocos juguetes que estimulen los sentidos del gusto y del olfato en los bebés. Podemos encontrar algunos juguetes que incorporan olores suaves, pero son una minoría y prácticamente ninguno permite a los bebés experimentar con el sentido del gusto. Ello ha abierto recientemente varias líneas de investigación cuyo objetivo es buscar nuevas propuestas de juego que, de forma divertida y enriquecedora, estimulen estos dos sentidos garantizando la seguridad del bebé en todo momento.
LOS SENTIDOS PERMITEN AL BEBÉ EMPEZAR A CONOCER SU ENTORNO Y MUCHOS JUGUETES DE PRIMERA INFANCIA SON EXCELENTES RECURSOS PARA ESTIMULARLOS
El niño de 1 a 3 años. Cómo estimularle a través del juego.
En estos primeros años pasa de ser bebé a ser niño y, para esta transformación, ha de superar importantes cambios y aprendizajes en todas las facetas de su desarrollo: lenguaje, razonamiento, afectividad, socialización y coordinación de movimientos. Durante los primeros tres años de vida, el desarrollo cerebral y la capacidad de aprendizaje son mucho mayores que en otras etapas. Es fundamental, por lo tanto, además de proporcionarle juguetes variados, que dediquemos mucho tiempo a interactuar con él/ella a través de distintos tipos de juegos.
Le ayudaremos proporcionándole juguetes, situaciones u otros estímulos que le permitan:
1 a 2 años
Aprender a caminar y afianzar el equilibrio.
Este aprendizaje no es tarea fácil y para ayudar tenemos en el mercado andadores, arrastres o juguetes con movimiento que estimulan el desplazamiento. Ejercitando la marcha y el equilibrio, el bebé llegará a controlar automáticamente su centro de gravedad.
Experimentar con nuevos movimientos en el espacio.
Rodar por el suelo, jugar a pillar, a salvar obstáculos, o jugar con arrastres, correpasillos, pelotas u otros juguetes que estimulen el movimiento, le ayudarán a coordinar su motricidad y le divertirán mucho.
Asimilar el concepto de direccionalidad.
Para conseguirlo nos pueden ayudar construcciones sencillas y juguetes para poner en fila (horizontalidad) o apilar (verticalidad). Con estas actividades se empiezan a comprender los conceptos de orden y secuencia.
Familiarizarse con su cuerpo, su personalidad y su propia imagen.
Es importante comprender la diferencia «yo»-«no yo». Son fundamentales los juegos sobre el esquema corporal, que incorporen espejos o aquellos que generan sensaciones diversas.
Aprender algunos colores.
Son especialmente interesantes los juguetes de colores vivos; con ellos podemos proponerle juegos de agrupar o buscar por colores. El rojo, el azul, el amarillo y el verde suelen ser los primeros en aprenderse.
Mejorar su coordinación de movimientos en manos y dedos.
Con actividades como ensartar, pintar, deslizar, encajar, manejar, etc. Poco a poco hay que conseguir la coordinación ojo-mano, además de segmentar los movimientos de los dedos.
Diferenciar formas y tamaños.
Hemos de proporcionarle juguetes de diferentes formas y tamaños: cubos para meter unos dentro de otros, figuras geométricas, etc. Además, es importante hablar con los niños/as, sobre las formas, los tamaños y sus equivalencias, invitándoles a razonar sobre esto.
Aprender a compartir y practicar los conceptos de dar y recibir.
Son adecuadas actividades y juegos que inviten a repartir, pedir o entregar objetos.
Experimentar con la capacidad de los objetos.
Muchos juguetes pueden ayudarle a comprender conceptos como lleno-vacío, mayor-menor, cabe-no cabe…Ejercitar el soplo, las vocalizaciones y la pronunciación.Para llevarlo a cabo podemos encontrar muchos juguetes que invitan a verbalizar, además de todos los juegos simbólicos que desarrollan el lenguaje. Ejercitar el soplo a través del juego puede ser muy divertido, y se ha demostrado que las habilidades mejoradas con el soplo se relacionan directamente con las necesarias para una pronunciación adecuada.Incrementar el vocabulario y la capacidad de expresión y comprensión. Es importante hablarle correctamente. No debemos abusar de los diminutivos ni usar palabras infantilizadas. Son muy adecuados los juegos relacionados con la búsqueda o el nombramiento de objetos, o aquellos que estimulen la comunicación.
2 a 3 años
Estimular la motricidad fina.
Los juguetes manipulativos y muchas actividades cotidianas pueden ayudarle a controlar y mejorar su movilidad en manos y dedos.
Favorecer el sentido del tacto.
Hay que dejarle tocar y experimentar con las texturas: elementos de la naturaleza (arena, agua, nieve, piedras, hojas), cosas frías y calientes… Hay muy buenos juguetes para estimular el tacto. Es interesante percibir texturas también con los pies o con otras partes del cuerpo.
Son muy adecuados los juguetes que incluyen personajes, fotos o dibujos de personas, y los juegos o actividades para identificar y conocer las personas de su entorno, nombrarlas, relacionarlas, etc.
Comprender y expresar emociones.
Hay que enseñarle a distinguir estados de ánimo. En el mercado hay muchos juegos para trabajar estos conceptos.
Fomentar el interés por la lecto-escritura y la expresión gráfica.
Para fomentarlo es importante leerle cuentos, nombrarle objetos, enseñarle palabras escritas, hablarle de las letras, invitarle a ejercitar el trazo y alabar sus grafismos. Pizarras, juegos sencillos de colorear o tener los primeros contactos con las letras son adecuados para ello.
Ampliar sus habilidades comunicativas.
Es fundamental hablarle mucho, reforzar sus progresos y explicarle nuevas palabras. Los cuentos y los juguetes pueden ser un buen aliado.
Fomentar tareas motrices.
El niño/a ha de mejorar el control y la coordinación de sus movimientos corporales. Debe ser consciente de su propia fuerza y aprender a controlarla. Algunos juegos de movimiento adecuados para esta edad son triciclos, globos y pelotas, entre otros.
Superar retos y etapas de cambio en su desarrollo.
En esta etapa se producen cambios difíciles como aceptar el colegio, dejar de usar el chupete o el pañal, etc. En estos procesos algunos juguetes de apego o simbolización pueden ayudarnos.
Ayudarle a controlar rabietas.
Sobre los 2 años muchos niños/as pasan por una fase de negación con frecuentes rabietas. Es una etapa normal que les ayuda a autoafirmarse como personas. Algunos juguetes y cuentos pueden ayudar a reforzar conductas positivas y ejemplificar o representar situaciones de conflicto.
Discriminar colores, formas y tamaños.
Estos pequeños aprendizajes le ayudarán a desarrollar cambios cualitativos en su estructura mental y muchos juguetes pueden ayudar a ejercitarlos.
Iniciarse en los abroches.
Ha de empezar por los más sencillos (velcros, cremalleras…) y, poco a poco, ir aumentando la complejidad. Hay juguetes específicos para estimular estos aprendizajes y su dominio incrementará la autonomía y la autoestima.
Ejercitar su capacidad de simbolizar.
Imitando se ejercita la imaginación, se exterioriza la percepción de la realidad y se aprenden todo tipo de acciones. Alrededor de los 3 años de edad se consolida esta capacidad y son fundamentales las muñecas, vehículos, supermercados y todos aquellos juegos que reproducen el entorno familiar y social.
Aprender a compartir.
Muchas actividades lúdicas, con la ayuda del adulto, pueden ayudar a hacer comprender al niño/a, la necesidad de compartir. Los frecuentes conflictos sobre la posesión de los juguetes pueden ser una oportunidad para educarles respecto a estos temas. También nos ayudarán a ello, juegos sencillos que inviten a repartir o intercambiar objetos.
Sentirse autosuficiente por un rato.
El niño/a durante el juego (al contrario que en la «vida real») experimenta un sentimiento de control sobre los objetos y se siente dueño de la situación. Es importante proporcionarle juguetes manejables, que pueda utilizar sin ayuda y que le permitan intentar las cosas por él mismo.
De 1 a 3 años: Aprendiendo a controlar los movimientos.
En estos primeros años pasa de ser bebé a ser niño y, para esta transformación, ha de superar importantes cambios y aprendizajes en todas las facetas de su desarrollo: lenguaje, razonamiento, afectividad, socialización y coordinación de movimientos. Este último aspecto es del que hablaremos con más detenimiento en este artículo.
Durante los 3 primeros años de vida, el desarrollo cerebral y la capacidad de aprendizaje son mucho mayores que en otras etapas. Es fundamental, por lo tanto, además de proporcionarle juguetes variados, que dediquemos mucho tiempo a interactuar con ellos a través de distintos tipos de juegos. Estimular su motricidad le hará también evolucionar en todas las demás facetas porque el aprendizaje en el ser humano es siempre global y los logros en unos aspectos refuerzan y posibilitan nuevos logros en otros. Por ejemplo, al gatear o aprender a caminar se establecen nuevas conexiones neuronales que facilitan también aprendizajes cognitivos, afectivos, lingüísticos, etc.
Motricidad fina y motricidad gruesa
La motricidad es todo aquello que tiene que ver con el dominio de los movimientos del cuerpo. Los expertos distinguen entre motricidad fina y motricidad gruesa.
La motricidad fina se relaciona con movimientos de una o varias partes del cuerpo que exigen cierta precisión y coordinación. Generalmente se hace referencia a ella cuando se habla de precisión manual y coordinación de los ojos con los dedos y manos, pero también puede hacer referencia a coordinación fonética, gestual, etc. Suelen ser pequeños movimientos donde la precisión es fundamental.
La motricidad gruesa hace referencia a todos aquellos movimientos del cuerpo relacionados con la locomoción o del desarrollo postural. Abarca el progresivo control de nuestro cuerpo: el control de la cabeza boca abajo, el volteo, sentarse, gatear, ponerse de pie, caminar, correr, subir y bajar escaleras, saltar… Son grandes movimientos del cuerpo que suelen implicar desplazamientos en el espacio.
Ya pueden desplazarse e ir donde quieran. A partir del año de vida la mayoría de los niños están preparados para desplazarse por sí mismos, ya sea gateando o caminando. Ello les abre un nuevo mundo de posibilidades pues ya no dependen de los demás para acercarse a aquello que les interesa. Poco a poco aprende a ingeniárselas para llegar a sus objetos preferidos y esta nueva capacidad les ayuda a ver el mundo de otro modo. El niño de 2 y 3 años ya se desplaza libremente por el espacio y cada vez es más capaz de controlar sus movimientos
En este periodo muchos niños muestran una incesante actividad motriz, lo que les permite experimentar y conocer su propia capacidad muscular y los efectos que ésta puede tener en su forma de vivir y de divertirse (caminar, saltar, encajar…) o en su entorno (cambiar las cosas de sitio, esconderlas, romperlas…) .
CÓMO PUEDO AYUDARLE A QUE COORDINE MEJOR SUS MOVIMIENTOS
MOTRICIDAD FINA
• Deja que intente hacer las cosas que ya es capaz de hacer o que puede aprender. Aunque sea lento y torpe, no lo hagas tú por él.
• Proporciónale objetos que pueda repartir, ordenar, clasificar por colores o tamaños…. Ello desarrollará su motricidad y su capacidad cognitiva
• Deja que explore objetos que le interesen, que toque distintos tipos de superficies, que manipule objetos cotidianos que no entrañen peligro
• Deja a su alcance juguetes versátiles con los que pueda ensartar, encajar, apretar, manipular, ello le ayudará a mejorar su coordinación ojo-mano, además de a segmentar los movimientos de los dedos
• Proporciónale hilos, miguitas u otros objetos pequeños con los que pueda perfeccionar la pinza digital y la capacidad de prensión. Siempre que le dejemos manipular objetos de pequeño tamaño debemos extremar las precauciones para evitar accidentes ya que en estas edades aún tienden a llevar a la boca todo tipo de objetos.
• Ayúdale a familiarizarse con los lápices y muéstrale que es capaz de hacer algunos trazos. Alaba sus grafismos
• Deja que manipule cuentos y ayúdale a aprender a pasar las páginas
• Proporciónale objetos que pueda llenar y vaciar de algo. Ello le permitirá también experimentar con la capacidad de los objetos y comprender conceptos como lleno-vacío, mayor-menor, cabe-no cabe…
• Proporciónale elementos adecuados para poder poner unos sobre otros haciendo una torre o unos junto a otros haciendo una fila, así asimilará el concepto de direccionalidad, orden, secuencia…
• Enséñale a abrochar algunas cosas y déjale que practique. Ha de empezar por los más sencillos (velcros, cremalleras ) y, poco a poco, ir aumentando la complejidad.
MOTRICIDAD GRUESA
• Deja que se desplace libremente por el entorno y que experimente con diversos tipos de movimientos: gatear, arrastrarse, rodar por el suelo, avanzar de rodillas, caminar…
• Ayúdale a desplazarse cogido de la mano, ello le dará seguridad, sobre todo al principio
• Enséñale bailes sencillos y baila con él
• Anímale a mover su cuerpo de forma espontánea al ritmo de la música
• Déjale trepar por sofás, montones de arena y cualquier superficie que invite a ello
• Enséñale a saltar, primero cogido de las manos de los adultos, luego él sólo, luego a la pata coja…
• Cántale canciones gesticulando acciones o realizando movimientos relacionados con la letra
• Déjale subir y bajar escalones de diferentes formas: sentado, de la mano, gateando
• Realiza con él actividades y juegos que le ayuden a conocer y controlar su propia fuerza: juegos de pelota, pulsos, lanzamientos…
Durante estos primeros años de vida el equilibrio se desarrolla de forma vertiginosa
El sentido del equilibrio está compuesto por tres canales situados en el oído interno. Estos canales detectan en cada momento la posición en la que estamos para que el cerebro informe de ésta a los ojos y a los músculos y les comunique cómo tienen que moverse para mantener el equilibrio y no caernos.
Actividades como jugar a lanzarlo por el aire, hacer el avión, bajarlo de rápidamente en los brazos de mamá, o reclinarlo hacia atrás sobre el regazo de papá permiten afianzar el equilibrio ya que le hacen, por unos segundos, perder la orientación. Con estos juegos aprenden a controlar automáticamente su centro de gravedad.
1-3 años: JUGUETES QUE DESAROLLAN SU MOTRICIDAD
Motricidad fina
• Centros de actividades de manipulación
• Juguetes con piezas articuladas
• Piezas de diversos tamaños para meter unas dentro de otras
• Juguetes para ensartar, apilar o colocar en fila
• Construcciones sencillas para hacer pequeños encajes
• Muñecos con accesorios sencillos para darle de comer, peinar
• Juguetes con objetos colgantes que pueda agarrar
• Pinturas, pizarras y accesorios ejercitar el trazo
• Juguetes con abroches
Motricidad gruesa
• Andadores, correpasillos o balancines
• Triciclos y vehículos a batería
• Sillitas de muñecas
• Arrastres
• Juguetes con movimiento o que inviten a desplazarse
• Toboganes, casitas, columpios u otros juguetes que le permitan entrar-salir, subir-bajar, balancearse-parar…
• Juguetes que inviten a bailar o imitar movimientos
• Gimnasios de juguete que los motiven a mover las distintas partes de su cuerpo
El niño de 3 a 6 años. Cómo estimularle a través del juego.
Después de los 3 años de edad, el niño/a comienza una etapa de cierta autonomía y autosuficiencia. El colegio y los amigos entran a formar parte de su experiencia diaria y sus capacidades tanto cognitivas, como comunicativas o motoras, empiezan a percibirse como algo más elaboradas y controladas. Juego y vida cotidiana van estrechamente unidos; los niños/as, en todas las situaciones y contextos tienden a experimentar, entender y aprender jugando.
Le ayudaremos proporcionándole juguetes, situaciones u otros estímulos que le permitan:
3 a 6 años
Mejorar su memoria.
A estas edades tiene gran capacidad de retener información que resulte de su interés. Los juguetes, al ser un elemento motivador, pueden facilitar gran cantidad de aprendizajes casi sin esfuerzo. Muchos juguetes ejercitan la memoria: juegos de mesa, construcciones, juegos con cuentos, bailes, canciones…
Afianzar sus habilidades motrices.
Para ayudarle podemos proporcionarle bicicletas, pelotas, juegos de puntería y proponerle juegos de correr, trepar, saltar, bailar, hacer equilibrio, andar de puntillas…
Definir la lateralidad.
El proceso de diferenciación izquierda-derecha es complejo de asimilar y muchos juguetes pueden ayudar a consolidarlo. A los 5 años de edad, los niños/as comienzan a estar preparados para acercarse a él. Son excelentes para ello los juegos de construcción, encajes, algunos juegos de mesa y vehículos para desplazarse, entre otros.
Estimular el lenguaje, tanto la comprensión como la expresión oral y escrita.
Los juegos simbólicos incitan el uso del lenguaje y muchos juegos de mesa ejercitan las capacidades lingüísticas y aumentan el vocabulario.
Experimentar con el modelado de materiales.
Son muy interesantes los juegos con arcilla, plastilina y otros con distintos tipos de materiales para manipular y modelar.
Asimilar el concepto de empatía.
A partir de los 3 años ha de superar una etapa de egocentrismo y, aunque todavía no puede ponerse en el lugar del otro, es importante proponerle actividades que le permitan ir comprendiendo este concepto. Los juegos de imitación y roles son fundamentales en este proceso.
Incrementar su capacidad de atención.
No podemos exigir a estas edades tiempos de atención superiores a los 15 minutos. En este tramo, son muy adecuados los juguetes que combinan atención y diversión. Se han de elegir juguetes que permitan regular o personalizar el tiempo de juego.
Desarrollar la imaginación.
La invención de historias, situaciones, objetos, etc, es fundamental en esta etapa. Muchos tipos de juguetes favorecen la imaginación: los de imitación a los adultos, los juegos fantásticos y de héroes, las construcciones, manualidades, cuentos, marionetas, disfraces, etc.
Consolidar el esquema corporal.
Ya conoce muchas partes del cuerpo pero es importante consolidar estos aprendizajes y relacionarlos con el propio cuerpo: nariz para oler, piernas para andar… Pueden ayudar los juegos con muñecos o personajes, o algunos juegos de mesa relacionados con estos temas.
Ayudar a comprender conceptos sencillos.
Ha de ir ampliando los conceptos que domina (delante-detrás, ahora-luego, liso-rugoso, etc.). Casi todos los tipos de juegos pueden contribuir a asimilar nuevos conceptos: los juegos de construcción, los juegos de mesa, los simbólicos…
Estimular la psicomotricidad fina.
Para ayudarle a mejorar y precisar los movimientos de sus manos y dedos, podemos proporcionarle juegos con actividades para abrochar, recortar, ensartar, colorear…
Favorecer la lecto-escritura.
Son muy enriquecedores los cuentos, las pizarras, los juegos con letras o dibujos para identificar o asociar, y todos aquellos juguetes que le acerquen al mundo del lenguaje de forma divertida.
Introducir hábitos de orden y cuidado por las cosas.
Es importante que aprenda a responsabilizarse de cuidar sus cosas y recogerlas. Los juguetes con envases adecuados para su recogida, favorecen la adquisición de estos hábitos.
Experimentar con números y operaciones sencillas.
Le ayudaremos a ello proporcionándole juguetes que le ayuden a reconocer los números, aprender a contar, asimilar conceptos relacionados con las cantidades, etc.
Mejorar su orientación temporal.
Para mejorarla podemos proporcionarle juegos que le ayuden a comprender las partes del día (de día, de noche, hora de comer, hora de ir al ‘cole’), los días de la semana, conceptos como antes-después, temprano-tarde, ahora-luego, etc.
A partir de los 3 años ya es capaz de compartir sus juegos con otros y de respetar unas normas. Los juegos compartidos y de reglas le permitirán mejorar sus relaciones sociales y asumir ciertas limitaciones en su comportamiento.
Adquirir algunos hábitos.
Adquirir hábitos de higiene, alimentación, responsabilidades domésticas, le ayudará a ser cada vez más autónomo. Ha de habituarse a lavarse los dientes y las manos, vestirse y comer solo, recoger y cuidar sus cosas y obedecer a los adultos. Muchos juegos de mesa o simbólicos pueden ayudarle a asumir estas responsabilidades de manera natural y divertida.
Satisfacer su enorme curiosidad por las cosas.
En estas edades pregunta mucho y necesita aprender la forma adecuada de hacer las cosas. Los juegos simbólicos le ayudan a representar y asimilar la gran cantidad de cosas que va aprendiendo.
De 3 a 6 años: Jugar a ponerse en lugar del otro. El encanto de la simbolización
Después de los 3 años de edad, el niño comienza una etapa de cierta autonomía y autosuficiencia. El colegio y los amigos entran a formar parte de su experiencia diaria y sus capacidades tanto cognitivas, como comunicativas o motoras, empiezan a percibirse como algo más elaboradas y controladas.
La invención y reproducción de historias, situaciones o roles es fundamental en esta etapa. Les permite anticipar las consecuencias de determinadas acciones, escenificar situaciones fantásticas o de su vida cotidiana, ejercitar su imaginación, aprender a ponerse en el lugar del otro…
La simbolización permite al niño poner en práctica sus vivencias cotidianas, lo que le facilita asimilar aprendizajes y mensajes adultos que, cuando se los explicamos, les suelen resultar complejos o confusos. De este modo, jugando a ser médicos terminan de entender por qué es necesario tomar un jarabe, para qué sirven las camillas o que a veces hay que poner vacunas. Jugando con un supermercado, comprenden que hay que ordenar las cosas que tienes a la venta, que hay muchos tipos de productos, o que para poder comprar hace falta dinero.
Los juegos simbólicos siempre ejercitan el lenguaje. Prácticamente durante todo el tiempo que un niño está jugando con juegos que imitan el mundo de los mayores, está verbalizando su historia a través de un lenguaje espontáneo que cada vez se torna más preciso y elaborado. Así mientras juegan, y sin que ellos ni nosotros nos demos cuenta, perfeccionan su expresión verbal.
Los juegos simbólicos facilitarán el aprendizaje de hábitos y normas sociales. A partir de los 3 años, adquirir hábitos de higiene, alimentación y responsabilidades domésticas le ayudará a ser cada vez más autónomo. Ha de habituarse a lavarse los dientes y las manos, vestirse y comer solo, recoger y cuidar sus cosas y obedecer a los adultos. Muchos juegos simbólicos pueden explicar de forma divertida y a través de personajes estos hábitos o situaciones de forma que le hagan entender la necesidad de asumir poco a poco estas nuevas responsabilidades.
El juego simbólico es una excelente plataforma para comunicarse con los niños. En estas edades pregunta mucho y necesita aprender la forma adecuada de hacer muchas cosas. Este tipo de juegos le ayudan a representar y simbolizar la gran cantidad de cosas que ha de aprender cada día.
Imitando a los adultos favorecen su socialización pues le ayudan a conocer mejor el entorno y los roles sociales, a saber lo que está bien o mal, conocer las profesiones… Además, con frecuencia en los juegos simbólicos participan varios niños simultáneamente y ello les obliga a escucharse, negociar, resolver conflictos, buscar soluciones a los problemas, entender las necesidades de los demás, etc.
CÓMO PUEDO AYUDARLE PARA QUE APRENDA A PONERSE EN LUGAR DE OTRO
• Juega con él a “ser quién no se es”. Ahora tú eres la mamá y yo la hija
• Invítale a escenificar roles de personajes, a hacer teatros, conciertos y a mostrarse ante un auditorio
• Disfrázate con él e invítale a disfrazarse, ello le permitirá imaginar que puede “ser diferentes personajes”, flexibilizando así sus esquemas de pensamiento
• Cuéntale historias de otros niños, de cuando tú eras pequeño, de animales, de él cuando era pequeño, de personas con distintas profesiones, etc.
• Juega con él a inventar historias o aventuras. Le encantará que le cuentes cuentos en los que él sea el protagonista
• Siéntate en el suelo con él y deja que sea él quién dirija el juego. Si le escuchas y observas con atención mientras inventáis historias con juguetes o personajes sabrás enseguida lo que le preocupa, lo que le emociona, lo que acaba de aprender o lo que más le divierte
• Proporciónale juegos que faciliten reproducir acciones de su entorno más cercano. Por ejemplo, si su papá es agricultor, le encantará jugar con tractores o si ha estado enfermo recientemente, le gustará tener un juego de médicos
• Facilita que juegue con otros niños, que invente aventuras con otros, que aprenda a escuchar, a negociar, a saber qué piensan los demás…
3-6 años: JUGUETES QUE ESTIMULAN LA SIMBOLIZACIÓN
• Muñecos y todo tipo de accesorios para su cuidado: peines, cunas, armarios, biberones, ropa…
• Todo tipo de juguetes que reproduzcan aparatos que utilizamos los mayores: lavadoras, teléfonos móviles, ordenadores, objetos de aseo, etc.
• Juguetes que reproduzcan profesiones: bomberos, policías, conductores, médicos, mecánicos, vendedores…
• Juguetes que simulen actividades cotidianas del entorno familiar: cuidar bebés, cocinar, limpiar, ir a comprar, fregar los platos, asearse, etc.
• Juguetes que reproduzcan el contexto escolar: colegios, pizarras, personajes…
• Disfraces de profesiones, personajes fantásticos…
• Peluches que simulen animales, personajes queridos…
• Juegos con personajes que faciliten la invención de historias y aventuras
• Casitas
• Vehículos, gasolineras, pistas de coches, parkings…
• Juegos de pintar, colorear, modelar, inventar personajes
• Estructuras con personajes: casitas, castillos, trenes, circos, zoos, etc.
• Juegos de ordenador con personajes, historias o situaciones
• Juguetes musicales, micrófonos
• Juegos de escenificación, teatros, marionetas…
El niño de 6 a 9 años. Cómo estimularle a través del juego
En esta etapa el niño/a empieza a asumir pequeñas responsabilidades; su memoria y su atención son mucho mayores, conversa con fluidez, consolida sus capacidades lecto-escritoras y se muestra más independiente, aunque todavía necesita mucha ayuda del adulto para organizar su vida y tomar decisiones. Sigue disfrutando mucho con la actividad lúdica; el juego simbólico y de movimiento aún tienen un papel relevante, pero se incrementa considerablemente el interés por los juegos de reglas, las manualidades, las construcciones y los videojuegos.
Le ayudaremos proporcionándole juguetes, situaciones u otros estímulos que le permitan:
6 a 9 años
Estimular la motricidad fina.
En esta etapa su precisión y habilidad manipulativa mejoran tremendamente. Las miniaturas, manualidades, juegos de construcción y juegos de habilidad le permitirán practicar y mejorar la coordinación y la fuerza de manos y dedos.
Consolidar la lateralidad.
Es el momento de consolidar los conceptos derecha-izquierda y asimilarlos tanto en el propio cuerpo como en otras personas u objetos. Los juegos de construcción, las manualidades y muchos juegos de mesa pueden ayudar a consolidar estos aprendizajes.
Fomentar la creatividad y la imaginación.
En esta etapa los niños/as son tremendamente creativos y sus invenciones y creaciones cobran todo lujo de detalles. Son adecuados para estimularla los juegos simbólicos (ahora más complejos y detallados), además de las construcciones, manualidades, etc.
Facilitar el aprendizaje de debatir, negociar y resolver conflictos.
Ha de acostumbrarse a debatir y negociar con sus iguales, para resolver conflictos o llegar a acuerdos. Los juegos de roles e imitación estimulan el lenguaje y ejercitan la habilidad de ponerse en el lugar del otro. Muchos juegos de mesa implican negociar o debatir y otros plantean conflictos y son una buena oportunidad para aprender a resolverlos.
Aprender habilidades de cooperación y competición.
Los juegos compartidos son una excelente oportunidad para desarrollar estrategias de cooperación y para aprender a perder.
Ejercitar la lecto-escritura y las habilidades gráficas.
En el mercado hay muchos juegos para ejercitar el trazo, incrementar el vocabulario, etc.
Mejorar capacidades cognitivas.
Muchos juegos de mesa y construcción ejercitan la memoria, la atención, la reflexión, el razonamiento y la concentración. Ejercitar estas capacidades de manera divertida es una forma de prepararse para abordar tareas escolares, etc.
Afianzar conceptos temporales.
Son adecuados juegos y actividades que le permitan familiarizarse con los calendarios, las agendas, los relojes, los horarios, las secuencias temporales, etc.
Adquirir hábitos de vida saludables.
Muchos juegos de imitación y algunos de reglas nos recuerdan la necesidad de lavarse los dientes, compartir responsabilidades domésticas… El refuerzo de estos valores a través del juego contribuye a su asimilación.
Fomentar la curiosidad y el aprendizaje.
Muchos juegos abordan conocimientos escolares de forma divertida y pueden ser una excelente oportunidad para repasarlos e incrementar su curiosidad por aprenderlos.
Consolidar una actitud respetuosa con el medioambiente.
Un gran número de juegos de imitación ayudan a escenificar acciones relacionadas con el reciclado, el aprovechamiento de los recursos o el respeto por la naturaleza. También algunos juegos científicos y de reglas ayudan a comprender este tipo de necesidades y su relación con el entorno.
Favorecer la expresión corporal y la dramatización.
Las capacidades expresivas se incrementan mucho en esta etapa, y los niños/as disfrutan especialmente con juegos de dramatización, mímica, bailes, etc.
Estimular el ejercicio físico y el no sedentarismo.
Su capacidad y coordinación motora está ya muy desarrollada y muchos juegos deportivos, de baile o que impliquen movimiento, pueden contribuir a que se habitúe a una vida más activa y menos sedentaria. Las bicicletas y las pelotas siguen siendo las eternas protagonistas en esta etapa.
Reforzar la autoestima.
Los juegos que permiten a los niños/as conseguir un objetivo satisfactoriamente, les ayudan a sentirse bien con sus capacidades y a ser conscientes de sus progresos. Aquellos que tienen varios niveles de dificultad son excelentes para proponer retos lúdicos de forma progresiva y alcanzable para ellos.
Transmitir actitudes de solidaridad y tolerancia.
Los juegos compartidos (simbólicos, de reglas…) favorecen la socialización y la adquisición de actitudes de respeto y tolerancia.
En esta etapa el niño empieza a asumir pequeñas responsabilidades; su memoria y su atención son mucho mayores, conversa con fluidez, consolida sus capacidades lecto-escritoras y se muestra más independiente, aunque todavía necesita mucha ayuda del adulto para organizar su vida y tomar decisiones. Sigue disfrutando mucho con la actividad lúdica; el juego simbólico y de movimiento aún tienen un papel relevante, pero se incrementa considerablemente el interés por los juegos de reglas, las manualidades, las construcciones y los videojuegos.
En esta etapa sus relaciones sociales están cambiando:
-Se van mostrando más independientes, pero todavía tienen dificultades para tomar decisiones
-Cada vez expresan mejor sus sentimientos
-Están aprendiendo a controlar sus impulsos
-Mejoran considerablemente su capacidad de ponerse en el lugar del otro
-Les empieza a preocupar cómo los perciben los otros
-Les encanta competir y ganar
-Les gusta escuchar conversaciones de adultos
-Son muy susceptibles y les cuesta tolerar las críticas y las bromas
-Les atraen las actividades de grupo y les gusta tener compañeros de juego
-Tienen un fuerte sentido de la reciprocidad “Tú me empujas, yo te empujo”
-Se muestran ansiosos por recibir la aprobación de adultos y compañeros. Les encanta ser elogiados
-Empiezan a tener nuevas responsabilidades, tanto familiares como escolares
Sobre los 8 ó 9 años se observa en los niños una reducción muy importante de su tiempo de juego.
A estas edades suelen surgir nuevas obligaciones y el tiempo libre de que disponen es cada vez más escaso. Las actividades extraescolares, los deberes, el ordenador o la televisión van ocupando la actividad diaria de nuestros hijos y a veces no dejamos el suficiente tiempo para el juego. Has de saber que, si bien es positivo que aprendan inglés, piano, ballet o kárate, también es positivo, y además necesario, dejar tiempo en el que ellos decidan cómo hacer las cosas dejando un poco de lado las continuas directrices de los mayores.
Los niños necesitan que los adultos les mostremos qué tienen que hacer o el modo correcto de hacer cada cosa, pero también necesitan ir tomando pequeñas decisiones por ellos mismos y sentirse dueños de la situación por un rato: este es el tiempo del juego libre. No olvidemos que, aunque hayan crecido, hay que dejarle un hueco a este tipo de juego, porque esta sensación de libertad y autonomía que experimentan durante el mismo les permite crecer y afianzar su propia personalidad.
Recuerda: hay que dejarles tiempo para jugar libremente con iguales y proporcionarles recursos de juego diversos que les ayuden a relacionarse con otros, tomar decisiones, razonar, expresarse, negociar, resolver problemas…
Hay que facilitar que aprendan a debatir, negociar, resolver sus propios conflictos. En edades más tempranas es frecuente que los conflictos se resuelvan llorando, con pataletas o acudiendo a los adultos para solucionarlos. En esta etapa ya están preparados para aprender a resolver algunos de sus problemas, aunque a veces, todavía necesitan ayuda.
Los juegos de roles e imitación ejercitan la habilidad de ponerse en el lugar del otro. Muchos juegos de mesa implican negociar o debatir, otros plantean conflictos y son una buena oportunidad para aprender a resolverlos. Los juegos compartidos siempre enriquecen sus habilidades sociales.
Consolidar una actitud respetuosa con el medioambiente es fundamental para vivir en sociedad. Gran número de juegos de imitación ayudan a escenificar situaciones relacionadas con el reciclado, el aprovechamiento de los recursos o el respeto por la naturaleza. También algunos juegos científicos, de reglas o juegos de ordenador ayudan a comprender este tipo de necesidades y su relación con el entorno.
6-9 años: CÓMO PUEDO AYUDARLE A QUE COMPRENDA SU ENTORNO SOCIAL Y APRENDA A RELACIONARSE
• Deja que vengan sus amigos a casa y facilita que él vaya a jugar con otros
• Sé capaz de detectar sus temas de interés y habla mucho con él, explícale las cosas justo en el momento en el que sienta curiosidad por ellas
• Organiza con él fiestas, felicitaciones o regalos que ayuden a sorprender a los seres queridos y hacerles sentirse especiales
• Juega con él en familia, implicando varias generaciones, amigos…
• Motívale a participar en juegos deportivos y a superarse a sí mismo practicando
• Enséñale destrezas que le ayuden a mejorar su autoestima: técnicas para dibujar mejor, trucos para recordar cosas, cómo nadar más rápido…
• No le dejes siempre ganar. Han de aprender que a veces se gana y a veces se pierde y tienen que saber asumir las derrotas
• Enséñale juegos no competitivos. La mayoría de los juegos de reglas comercializados tienen ganadores y perdedores pero existen muchos juegos cooperativos en los que todos los jugadores participan y ninguno sobresale de los demás. Tanto los juegos cooperativos como los competitivos le ayudarán a conocer a los demás y a conocerse más a sí mismo, asumiendo sus propias limitaciones y habilidades.
• Ayúdale a desinhibirse. Participa con él realizando dramatizaciones, inventando coreografías, bailando. Estos juegos contribuyen a mejorar su autoestima y a controlar su timidez.
• Comenta con él películas, noticias, acontencimientos… Ello le ayudará a conocer la sociedad en la que vive y a ir creando su propio criterio
• Valora y respeta sus comentarios, déjale siempre opinar, escúchale, refuerza sus logros y debate con él todo lo necesario
• Negocia con él las normas de la casa, sobre todo las que más le afecten
• Enséñale a consolidar unos hábitos de higiene y orden que le faciliten la convivencia con otros miembros de la familia, amigos…
La relatividad de las cosas se puede aprender jugando
No es fácil comprender que, frente a una misma situación puede haber muchos puntos de vista e intereses contrapuestos, y muchos juegos nos muestran esta gran diversidad de intereses de un modo divertido y significativo.
6-9 años: JUGUETES Y JUEGOS QUE DESAROLLAN SU SOCIALIZACIÓN
• Juegos de mesa
• Juegos simbólicos
• Juegos de escenificación
• Juegos de ordenador que le permitan jugar en parejas, en grupos o en red
• Juguetes deportivos como canastas, porterías…
• Juegos de rol
• Juegos relacionados con las profesiones
• Juegos de seguridad vial
• Juegos de preguntas y respuestas
• Juegos de grupo
• Juegos tradicionales
• Juegos con temáticas sociales: históricas, raciales, religiosas, culturales…
Más de 9 años:Juego, autoestima y autosuperación
Es la etapa del final de la niñez que introduce a los niños/as en el difícil periodo de la adolescencia. La comunicación y la expresión de sentimientos se convierten en una tarea fundamental para las familias con niños/as en esta etapa. La consolidación de hábitos de vida saludables y actitudes de respeto y tolerancia son también retos a conseguir. Los juegos de reglas, las manualidaes, las construcciones complejas y los juegos de ordenador y videojuegos son las actividades lúdicas más atractivas a partir de esta edad.
Le ayudaremos proporcionándole juegos, juguetes, situaciones u otros estímulos que le permitan
Más de 9 años
Motivar la expresión de sentimientos.
La capacidad de comunicación y de expresión afectiva cobra en esta etapa una especial relevancia. Hay juegos útiles para ello, con temáticas como las relaciones sentimentales, las expresiones afectivas, etc.
Ejercitar sus capacidades mentales: atención, memoria, concentración.
Estas habilidades es necesario ejercitarlas en todas las edades, para mantenerlas e incrementarlas, y muchos juegos nos proponen este tipo de retos.
Mejorar sus capacidades motoras.
La práctica en habilidades y movimientos ayuda a perfeccionar la motricidad. Muchos juegos de habilidad o deportivos permiten mejorar en esta línea.
Fomentar la autosuperación y la constancia.
Educarle en el esfuerzo y la constancia le motivará a superarse a sí mismo y a mejorar su autoestima. Los juegos de reflexión, manualidades y construcción, entre otros, refuerzan estas capacidades.
Afianzar la autoestima.
Aprender a aceptarse y quererse a sí mismo no es tarea fácil; los juegos pueden dar lugar a conversaciones y retos que ayuden a mantener una actitud realista y respetuosa frente a uno mismo.
Incrementar su capacidad de empatía.
Aprender a ponerse en el lugar del otro le ayudará a comprender mejor a amigos, familiares, profesores, etc. Algunos juegos de reglas o roles pueden ayudar a estos aprendizajes.
Mejorar sus estrategias de resolución de conflictos.
El aprendizaje de habilidades sociales y de análisis de conflictos le permitirá solucionar sus problemas cotidianos de forma más satisfactoria. Es importante, a través de juegos u otros recursos, hablar con él de situaciones conflictivas y ayudarle a analizarlas.
Mantener la curiosidad y el interés por el aprendizaje.
Durante toda la vida es importante ser curiosos y estar abiertos a nuevos aprendizajes. Algunos juegos nos pueden ayudar a ello de forma divertida.
Consolidar hábitos de vida saludables.
Adquirirlos nos asegurará una mayor calidad de vida. Algunos juegos nos recuerdan cómo hemos de alimentarnos, que debemos hacer deporte, que debemos asumir responsabilidades domésticas o que no debemos consumir drogas, etc.
Reforzar actitudes adecuadas sobre el cuerpo, la propia imagen, la moda…
Tratar estos temas de forma adecuada contribuirá a consolidar opiniones y actitudes que eviten posteriores problemas de anorexia, autoestima, etc. Algunos juegos pueden ser un buen aliado.
Consolidar actitudes de solidaridad, respeto y tolerancia.
Es necesario inculcarle actitudes socialmente respetuosas: no racistas, no sexistas, no violentas. Algunos juegos con temáticas sociales o personales contribuyen a consolidarlas y exteriorizarlas.
Estimular la práctica deportiva y el no sedentarismo.
Prevenir la obesidad es uno de los principales retos para mejorar la salud y la calidad de vida de la sociedad del futuro. Los juegos deportivos o los que recuerdan los correctos hábitos alimentarios ayudan a prevenir estos problemas.
Enseñar algunas normas básicas de circulación.
Debe conocer algunas normas de circulación para evitar accidentes, tanto siendo peatón, como conductor de bicicletas u otros vehículos. Muchos juegos nos permiten conocer o repasar estas normas.
Introducirle de forma natural en la sexualidad.
Antes de llegar a la adolescencia el niño/a debe estar informado sobre estos temas; en el mercado hay algunos juegos que contribuyen a hacerlo de forma divertida y desenfadada.
Más de 9 años:Juego, autoestima y autosuperación
Es la etapa del final de la niñez que introduce a los niños en el difícil periodo de la adolescencia. La comunicación y la expresión de sentimientos se convierten en una tarea fundamental para las familias con niños en esta etapa. La consolidación de hábitos de vida saludables y actitudes de respeto y tolerancia son también retos a conseguir.
La segunda década de vida es una fase importante para el desarrollo de la autoestima. Es también una etapa en la que suelen tener una actitud de autosuperación en muchas de las actividades que eligen, tanto físicas como mentales, y es frecuente ver como las repiten incansablemente hasta dominarlas. El juego puede tener un papel fundamental en este proceso de mejora de las propias capacidades, ya que nos ayuda a conocernos mejor, a superarnos y a sentirnos orgullosos de nosotros mismos.
¿Qué es la autoestima?
La autoestima es la valoración que hacemos de nosotros mismos sobre la base de las sensaciones y experiencias que hemos ido incorporando a lo largo de nuestra vida. Nos sentimos listos o tontos, capaces o incapaces, nos gustamos o no. Esta autovaloración es muy importante, dado que de ella depende, en gran parte, la realización de nuestro potencial personal y nuestros logros en la vida.
Tener una buena autoestima implica ser conscientes de nuestras virtudes y nuestros defectos. Lógicamente la autoestima cambia a lo largo de la vida, porque cuando nos superamos y evolucionamos, nuestra estima mejora.
La adolescencia es una de las fases más críticas en el desarrollo de la autoestima, y el juego es un buen recurso para conocer a fondo las posibilidades de cada uno e intentar mejorarlas de forma divertida.
Los juegos siguen siendo una buena opción a partir de los 9 años
Muchos adultos dejamos de regalar juegos a niños más mayores con el argumento de que en estas edades ya hay otro tipo de regalos y actividades que les interesan más. Es cierto que aparecen nuevos hobbies y nuevas necesidades en esta etapa, pero también es cierto que determinados tipos de juegos siguen siendo muy atractivos y enriquecedores para ellos. Hay muchos y muy variados en el mercado; sólo tenemos que buscar los más adecuados para cada persona. Los juegos de reglas, los deportivos, las manualidades, las construcciones complejas y los juegos de rol, ordenador y videojuegos suelen ser las actividades lúdicas más atractivas a partir de esta edad. Regálale juegos que sepas que le harán disfrutar; porque todavía necesita ese tiempo de juego para seguir creciendo y madurando como persona.
El juego es diversión y autosuperación a cualquier edad
El juego, además de contribuir al desarrollo global del niño, permite enriquecer la vida del adulto y del mayor en múltiples aspectos. Para empezar, los juegos que permiten integrar a participantes de diferentes edades, facilitan la comunicación intergeneracional, lo que resulta enriquecedor a cualquier edad. Además, el potencial socializador del juego, favorece la creación de nuevos vínculos y relaciones, contribuyendo a eliminar sentimientos de aislamiento y soledad. El juego ayuda a la creación de ambientes y entornos estimulantes que motiven, por ejemplo, a las personas mayores a participar en programas de ejercicio físico y actividades de rehabilitación. El juego refuerza el mantenimiento de las habilidades cognitivas a lo largo de la vida (memoria, atención, aptitudes lingüísticas, etc.), lo que resulta especialmente importante cuando envejecemos. Siempre podemos superarnos y aprender nuevas cosas a través del juego y, lo más importante, el juego es una fuente inagotable de diversión, enriquecimiento, satisfacción personal y haber crecido no parece razón suficiente para renunciar a ella. Los adultos no debemos tan solo supervisar el juego de los más pequeños, podemos también disfrutar y hacernos más grandes gracias a él. Al fin y al cabo, como decía Simona de Beaviour, el adulto es sólo un niño inflado por la edad.
CÓMO PUEDO AYUDAR A MEJORAR SU AUTOESTIMA Y SU CAPACIDAD DE SUPERACIÓN
• Valora sus capacidades. Seguro que hay cosas que hace muy bien.
• Felicita sus logros y sugiérele cómo mejorarlos, pero sin presionarlo
• Sé creativo y enséñale a inventar soluciones o técnicas mejores para hacer las cosas
• Explícale trucos para mejorar sus habilidades: cómo lanzar la pelota con efecto, cómo hacer un jaque mate o como aplicar el barniz de una manualidad para que quede más brillante.
• Proponle nuevos retos y motívale a conseguirlos
• Muéstrale que tú también te esfuerzas por mejorar y que superarse a sí mismo es placentero y divertido
• Ayúdale a asumir sus propias limitaciones con naturalidad y sin frustraciones.
• Practica con él, compara capacidades y hazle ver que unos somos mejores en unas cosas y otros en otras. Muéstrale tus incapacidades. Seguro que él tiene habilidades que tú nunca alcanzarás.
• Sé sincero con él, pero fíjate más en lo que hace bien que en lo que hace mal
• Transmítele siempre una actitud de respeto frente a los demás. No es mejor el que más gana. Todos somos buenos en algo y hemos de respetar nuestras diferencias.
• Regálale juegos con diferentes niveles de dificultad para ir mejorando los retos a conseguir
• Respeta siempre su opinión
• Deja que se equivoque. Los errores y la propia experiencia enseñan mucho
• Enséñale a reírse de sí mismo
• Anímale a que intente las cosas y a no tener miedo al fracaso. Fracasar es una buena oportunidad para aprender cómo mejorar
• Apóyale cuando fracase y refuerza la parte que hizo bien
• Muéstrale que rectificar es de sabios
• Haz que tenga confianza en sí mismo. Realmente puede afrontar con éxito más retos de los que crees
• Hazle ver que es una persona capaz, valiosa y creativa
+ 9 años: JUGUETES QUE AYUDAN A MEJORAR LA AUTOESTIMA Y ESTIMULAN LA AUTOSUPERACIÓN
Nos ayudan a mejorar juegos que desarrollen la atención, la memoria, la habilidad, la reflexión, la socialización, la rapidez, la expresión, la puntería, el razonamiento, la afectividad, la motricidad… o sea, casi todos los juegos.
• Juegos de mímica y dramatización
• Juegos de estrategia
• Juegos tradicionales
• Juegos deportivos
• Videojuegos y juegos de ordenador
• Juegos de rol
• Chistes, acertijos, pasatiempos y adivinanzas
• Juegos de azar
• Juegos de palabras o números
• Juegos de dilemas éticos
• Juegos de montajes y construcción de maquetas
• Juegos de experimentación científica o de investigación
• Vehículos radiocontrol
• Juegos de preguntas y respuestas
• Juegos de bricolage y decoración
• Juegos de baile, expresión vocal o musicales
• Rompecabezas o juegos de lógica
• Juegos de estimulación cognitiva
• Juegos de magia
• Juegos de puntería y habilidad
• Juegos de dibujo, creaciones artísticas y manualidades
¡¡¡¡¡Y recuerda!!!!! Mejorar no es sólo ganar más partidas, memorizar mejor, o lanzar mejor la pelota, también progresamos si nos expresamos mejor o aprendemos a escuchar, si sabemos respetar a los demás, si somos capaces de mostrar afecto, y si vamos aprendiendo a dominar muchas otras cosas que nos hacen sentir bien.
HAY MUCHAS FACETAS DE LA PERSONALIDAD EN LAS QUE PODEMOS MEJORAR Y CADA TIPO DE JUEGO ESTIMULA UNAS HABILIDADES.
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