A partir de los 2 o 3 años, vemos que niñas y niños imitan a las personas adultas que les rodean: juegan a preparar la comida, a dormir a sus muñecos, a llamar por teléfono, a conducir…
La invención y reproducción de historias, situaciones o roles es fundamental en esta etapa. La imitación de situaciones cotidianas sirve para comprender e integrar mensajes que les transmiten los adultos y que, en abstracto, resultan complejos para su edad.
Esta simbolización ayuda a niños y niñas a perfeccionar sus capacidades cognitivas y comunicativas, ya que al escenificar situaciones cotidianas o fantásticas, utilizan su memoria y su imaginación, se ponen en el lugar de otras personas y pueden anticiparse a posibles consecuencias de determinadas acciones.
El juego simbólico, su importancia en el aprendizaje
El desarrollo del lenguaje está directamente relacionado con el juego simbólico. Prácticamente, todo el tiempo que un niño o niña juega a imitar el mundo adulto, está verbalizando la historia que representa con un lenguaje espontáneo también imitado y, a la vez, propio. Sin darse cuenta, perfecciona su expresión verbal.
Además, los juegos simbólicos favorecen la adquisición de hábitos, tanto de higiene o alimentación como responsabilidades domésticas adaptadas a su edad, lo que hace que niñas y niños vayan ganando autonomía.
Los cuentos y juegos en que los y las protagonistas realizan estas acciones les habitúan a lavarse los dientes y las manos, a vestirse y comer solos/as, a recoger y cuidar sus cosas… Plantear o integrar estas tareas en el juego es una herramienta poderosa. Por ejemplo, si jugamos a ser médicos o médicas que cuidan de los muñecos, les será más fácil entender por qué necesitan tomar su jarabe o la importancia de las vacunas.
El juego simbólico también supone el aprendizaje de las normas y roles sociales. Con frecuencia, participan varios niños y niñas, y para entenderse tienen que escucharse, entender las necesidades de las otras personas, negociar y buscar soluciones a las situaciones de conflicto.
El juego simbólico: algunas ideas
- Invítales a disfrazarse e interpretar distintos personajes, y anímales también a escenificar sus historias ante otras personas. Esto les ayuda a flexibilizar sus esquemas de pensamiento y a perder la vergüenza.
- Imaginad aventuras que les ocurren a otros niños o niñas, o incluso convierte a tu peque en protagonista del cuento que le vayas a explicar. Trabajará la visualización mental.
- Ofrécele elementos que reproduzcan aparatos del mundo adulto: lavadoras, ordenadores, móviles, coches, gasolineras…
- Deja que dirija el juego y que invente él o ella las historias con las muñecas. Si observas, podrás descubrir qué le preocupa, qué le emociona, qué le divierte…
- Facilita que interactúe y juegue con otras niñas y niños, que se escuchen entre ellos/as, que entiendan a las otras personas, que negocien…
Y vosotros/as, ¿jugáis con vuestros y vuestras peques a disfraces, a muñecas, a representar situaciones?